lunes, 22 de noviembre de 2010

Ayudemos a los que no pueden valerse por sí mismos

Desde mi fundación continúo trabajando en favor de las personas necesitadas. No espero agradecimientos, es mi obligación ayudar a los que no pueden valerse por sí mismos.

Sigo con mi labor social de años y esta vez quiero compartirlo con vosotros y animaros, juntos podemos hacer mucho, creando una cadena mundial de solidaridad.


He emprendido una nueva labor en un barrio tercermundista ayudando a mujeres y niños. Se está terminando otra vivienda a una anciana de 75 años, que vivía en condiciones infrahumanas. Para poder mantener a sus dos nietos y un hijo tetraplégico, recorre 70 km diarios con 15 kg de frutas para su venta, bajo un sol abrasador y el cansancio que supone andar durante horas por las arenas de la playa, logra ganar en el mejor de los casos 5 dólares diarios.

De nuestros políticos poco se puede esperar una vez sentados en la poltrona, sus coches oficiales, y las grandes comilonas les hacen perder la realidad.

Como es posible que haya tanta miseria en el mundo, cuando con un poquito más del 1% de lo que se ha dedicado a sanear la banca mundial se habría terminado con las desigualdades sociales, dinero hay, lo que falta es voluntad humana.

Es una autentica canallada, un crimen contra la humanidad, lo que hacen los políticos de los países desarrollados y de la Unión Europea, destinando miles y miles de millones en subvenciones a la agricultura y la ganadería, no primando la productividad sino todo lo contrario, se paga para que los agricultores dejen sus tierras en barbecho, abandonen la ganadería, y el resto de las tierras las hagan pocos productivas, bajando el precio de los productos en origen, con el fin de que no haya excedentes, y así poder controlar los precios de los productos básicos, sin importarles la hambruna de la humanidad.


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