Esta primavera será más larga y agresiva para las personas alérgicas.
Las causas son el cambio brusco de temperaturas y la contaminación que sufren algunas ciudades, dándose más casos de alergias en núcleos urbanos que en el medio rural
La contaminación en nuestras ciudades aumenta la probabilidad de padecer alergias, especialmente los niños y agrava la virulencia en quienes las padecen.
Las partículas que emiten los tubos de escape, sobre todo diésel, potencia la capacidad alérgica del polen.
Cada día hay más estudios científicos que relacionan alergia y contaminación.
Desde PCAL-CI, proponemos informar de la concentración de polen y contaminación atmosférica en los paneles informativos, para concienciar a los ciudadanos de la utilización de otros medios de transporte alternativos al coche.
Desde las administraciones ir imponiendo el uso de energías ecológicas y poco contaminantes y la potenciación del transporte publico y ecológico.
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