En los trastornos alimentarios hay casos de estas patologías tan graves y prolongados que han resultado resistentes a los tratamientos habituales que la red asistencial pública de Castilla y León puede ofertar a sus pacientes.
Son escasos, pero requieren una alta especialización porque no presentan mejorías ni avances en su rehabilitación.
Desde 2006, de forma poco protocolarizada y sin convenio suscrito, la Consejería de Sanidad envía a los enfermos 'rebeldes' al centro ITA (Institut de Trastorns Alimentaris) de Cataluña. En estos años se han derivado así 46 pacientes de Castilla y León, el mayor número, 14, de Valladolid.
Hay que crear una unidad especializada en el Rio Hortega o en el Clínico para casos graves de alteraciones de trastornos alimentarios, ya que a estas familias aparte de tener un gran problema tienen que desplazarse fuera de nuestra comunidad, lo que supone un gran desembolso económico.
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