El aumento del número de procuradores con dedicación exclusiva en las Cortes de Castilla y León es un signo más de cómo funciona la política regional en esta tierra. Por un lado, el Partido Popular, que dirige Juan Vicente Herrera, sigue demostrando como verdaderamente se acalla a la oposición: con dinero público y el estómago lleno.
Si a los dos grandes sindicatos (CC. OO. y UGT) se les transfiere grandes cantidades de fondos cada año para supuestos cursos de formación y mantener una estructura que sólo acude a los actos oficiales a comer el canapé, a los socialistas los populares pretenden ahora moderar su crítica en el Parlamento regional con un aumento de sueldo que llega en algunos casos hasta los 4.000 euros netos al mes por procurador, ordenador, teléfono móvil y hasta coche oficial.
Serán otros los parlamentarios que se sumen a los quince que actualmente ya cobran sueldos de hasta 96.157 euros como el presidente de las Cortes. Y no es que digamos que no haga actividad, ¿pero y los otros integrantes de la Mesa?
Al 'pelotazo' dado por una constructora de Valladolid en la edificación de la sede de las Cortes en Villa del Prado se suma ahora esta "dignificación" de la actividad parlamentaria, así la llama el PP, que desde décadas sigue sin llegar al pueblo.
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